25 diciembre 2008

14 diciembre 2008

I have seen the queen!

Quince años tuvieron que esperar los mexicanos para reencontrase con la Reina del Pop. El esfuerzo valió la pena, tal como FASHION MEDIA lo pudo comprobar (estuve a sólo unos metros de la Reina)en las presentaciones que Madonna ofreció en la Ciudad México los días 29 y 30 de noviembre en el Foro Sol. Mágico, celestial , vanguardista y emotivo; así estuvo el Sticky and Sweet Tour en su primer parada por Latinoamérica.
No me había dado cuenta de la magnitud de la visita de Madonna, hasta un día antes del concierto cuando al pasar por el Hotel Four Seasons un gran número de elementos de seguridad, medios de comunicación y fans se habían congregado para darle la bienvenida a su musa.
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Fue a las 21: 17 cuando las luces se apagaron y dos inmensas “M” bañadas de polvo de swarowski se iluminaron de color rosa, mientras al centro del escenario un enorme cubo proyectaba imágenes que daban la bienvenida al dulce mundo de Madonna. Varios “tic- tac” predecían el momento esperado: la Reina emergía de repente sentada en un trono que la reafirmaba como la máxima representante de la música pop y el entretenimiento moderno. “Candy Shop” fue la primera pieza de la sección PIMP que abría una noche llena de sorpresas y que enloqueció a la audiencia. Con “Beat goes on” Madonna demostró que en el hip-hop no es una inexperta: apoyada de una guitarra, montada en un auto de lujo y al grito de “All right México” ejecutó una asombrosa coreografía mientras su bailarines realizaban magníficas acrobacias. Siguieron clásicos como “Human Nature”, “Vogue”, “Like a parayer”, “Into the groove”, “La isla bonita” y tras 23 años de no ser interpretada, “Borderline”. Los nuevos cortes del “Hard Candy” que fascinaron al público fueron “Heartbeat”, “Devil wouldnt recognize you”, Spanish lesson”, “Miles Hawai”, “4 minutes” y “She is not me”, donde Madonna besó en la boca a una chica ataviada como ella en su época “Like a virgin”. El punto fuerte de la noche llegó cuando Madonna se sienta a brindar y dedica unas breves palabras al público mexicano; “estuve mucho tiempo lejos, pero es un grandioso momento para empezar mi gira por Latinoamérica. Gracias”.”You must love me”, balada del musical Evita, fue la pieza perfecta que enmarcó tan emotivo momento para los mexicanos. La dulce aventura terminó con “Give it to me” La visita de Madonna a México dejó con un muy buen sabor de boca a sus seguidores y a la crítica. El despliegue tecnológico, el inmenso escenario de más de ochenta metros, las plataformas y pantallas interactivas; la selección de las piezas y los arreglos de éstas, dejaron con la boca abierta a varios de los presentes.
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Por su parte Madonna lució más radiante que nunca a sus cincuenta años. Un cuerpo estupendo y perfecto envidado por muchas jovencitas: piernas torneadas, extremidades resistentes y cara hermosa de porcelana. Asimismo su voz dejo ver su gran calidad interpretativa, capaz de transmitir múltiples sentimientos a sus súbditos.
Madonna trajó una de las giras más importantes a nivel mundial, demostrando que el tiempo no pasa y su vitalidad es eterna. No escatima en gastos de producción, y el público reconoce tal esfuerzo tal como los 100 000 mexicanos agradecieron en su pasada visita. La diva estuvo muy contenta por regresar a “casa”, siempre eufórica y alegre, tal como se comprobó en el momento en que lo dio todo en ambos conciertos.
Fotografías de FashionMedia