Con la inevitable globalización la vestimenta se introduce en los terrenos sagrados de diversas culturas para convertir los símbolos de éstas en simples ideologías comerciales para unificar a toda la orbe.



........Por ende, el principal enojo nace por el uso inconsciente de los símbolos culturales de determinados países y las ideologías de ciertos grupos; en productos ampliamente comerciales y masificados, donde pierden su valor como elementos cohesionadores de una sociedad; para pasar a ser frívolos y superficiales.
Después del caos de la Segunda Guerra Mundial, donde las mujeres tenían un look triste pero glamouroso, viene la democratización de la moda. La moda no es un privilegio de unos cuantos, debe ser para todos.
........Este suceso no sólo permitió la creación de cadenas de ropa más accesibles para que todos pudiesen seguir esta concepción, sino que rompió con la diversidad cultural al unir a todos los individuos bajo un mismo concepto de imagen global de lo que debía ser la moda
........Se dejaron atrás los valores y tradiciones, para que de un momento a otro un joven de África portara la misma camiseta Calvin Klein que alguien más vistiera en Francia. Ahora la mayoría somos iguales.
Sin embargo, a pesar de esta ruptura de la identidad cultural, la moda es un fenómeno en el que todo mundo se encuentra inmerso. Por un lado la moda retrata las costumbres y gustos de los diferentes grupos sociales que adquieren determinados hábitos y actitudes. Y por otro lado, a través de la moda se reflejan la personalidad del individuo, dependiendo de sus gustos y necesidades de aceptación, además de lo que el sujeto desea ser.
........La relación ideología-cultura-moda queda reflejada en una sociedad que poco a poco va perdiendo sus elementos de identificación, para pasar a una homogenización de los gustos y costumbres humanas. La extinción de la diversidad queda a la vuelta de la esquina.
Como afirma el investigador Tulio Hernández dentro de este fenómeno global: “Lo malo de la moda se cristaliza en la pérdida de la diversidad cultural y de la expresión individual y personal. Mercados como Zara han democratizado lo siguiente: que grandes costureros y diseñadores ya no trabajan exclusivamente para la gente de alta alcurnia, sino que ahora laboran en función de la existencia de una gran masa de consumidores que aman sus productos”.
........De manera irónica, una de las principales tendencias del pasado otoño-invierno ( y también de esta primavera) se aboca en el intento de hacer del look étnico un global look. Mediante éste se rescatan accesorios, telas, estampados y detalles característicos de algunos vestuarios típicos de Perú, África y Asia; para convertirlos en las prendas que todos quieren tener. Una clara muestra de que la globalización no descansa y busca borrar cualquier frontera cultural, aunque lo haga por la ropa.

........Este suceso no sólo permitió la creación de cadenas de ropa más accesibles para que todos pudiesen seguir esta concepción, sino que rompió con la diversidad cultural al unir a todos los individuos bajo un mismo concepto de imagen global de lo que debía ser la moda
........Se dejaron atrás los valores y tradiciones, para que de un momento a otro un joven de África portara la misma camiseta Calvin Klein que alguien más vistiera en Francia. Ahora la mayoría somos iguales.

........La relación ideología-cultura-moda queda reflejada en una sociedad que poco a poco va perdiendo sus elementos de identificación, para pasar a una homogenización de los gustos y costumbres humanas. La extinción de la diversidad queda a la vuelta de la esquina.

........De manera irónica, una de las principales tendencias del pasado otoño-invierno ( y también de esta primavera) se aboca en el intento de hacer del look étnico un global look. Mediante éste se rescatan accesorios, telas, estampados y detalles característicos de algunos vestuarios típicos de Perú, África y Asia; para convertirlos en las prendas que todos quieren tener. Una clara muestra de que la globalización no descansa y busca borrar cualquier frontera cultural, aunque lo haga por la ropa.